lunes, 21 de mayo de 2012

Porque también tengo fines de semana


Entre paro y paro están los fines de semana, y las vacaciones. Porque, si, aunque esté en paro, disfruto de ellos como si no lo estuviera. Me hace mucha gracia cuando me pregunta alguien que qué voy a hacer en semana santa. ¿What? ¿Sorry?, pero que estoy de vacaciones continuas. No se en qué día vivo, no se cuándo comienzan vacaciones ni tan siquiera cuando hay un puente, a no ser que ya casi lo tenga encima o la gente que me rodea comente lo que va a hacer o me pregunte a mi por mi futuro viaje.

Eso si, los fines de semana los vivo tan intensamente como cualquier mortal trabajador de este país. Me gusta cuando llega el viernes y prefiero que no llegue el lunes. Sigo notando un ambiente diferente, quizá sea porque por la carretera que pasa por delante de mi casa no pasen tantos coches, o simplemente aún tengo el chip de esa curranta nata que soy yo!!!!!! Para el mi el jueves sigue siento juernes, y ya se me disparan las neuronas pensando en un sinfin de posibilidades para el fin de semana. Como todo humano, no todos los fines de semana son iguales. Algunos son para descansar después de una semana laboral estresante, y otros son para no parar en casa. Pues bien, yo lo vivo igual, y tengo de ambos fines de semana. 

Un fin de semana tranquilito se caracteriza porque llegue la noche del ansiado viernes, y me quede en casa, tan ricamente pensando en madrugar al día siguiente para ver la F1 o Moto Gp. Me tiro en el sofá y como la tele apesta literalmente, decido que ver tele 5 no es la mejor opción y tiro del reproductor multimedia buscando alguna película que probablemente suene a lata vacía pero que con seguridad me entretendrá, sobre todo cuando algún paisano decide levantarse en medio de la película para ir a desahogar sus pantalones. Entre risas, tosidos, y ganas de mear, consigo ver mi propio Peliculón del viernes. Alguna vez me hago palomitas, pero el alguna vez ahora mismo se ha convertido en ninguna vez, porque hace unos días mi microondas ha dicho basta. y no precisamente porque lo utilice a menudo. El uso fundamental de mi pequeño electrodoméstico, estaba dedicado a las palomitas y a las pizzas buitoni, que por cierto están para requetechuparse los dedos, listas en 5 minutejos ( http://www.buitoni.es/ficha.aspx?id=14). Yo siempre le doy el toque del orégano, porque como saben yo pongo orégano hasta en la sopa. Así que ahora tengo dos de atún en el congelador a la espera de que vaya a comprar otro microondas o me de por sacarlo del sitio donde está encajonado por si por un casual se ha desenchufado. Aunque, claro, no se cómo iba a poder desenchufarse solo. A no ser, que pasara como hace un par de años, con mi televisor, que fue todo un caso poltergeist. Estaba tranquilamente en casa, yo solita sin nadie que me defendiera, durmiendo, cuando de repente un ruido me despierta. Me levanto, y veo el salón iluminado. Ahí estuve a punto de meterme debajo de la cama, pero no es lo suficientemente alta como para poder esconderme bajo ella, así que la otra opción de escape que me quedaba era, meterme bajo la sábana o afrontar el peligro. y como yo soy una tía valiente, al final decidí enfrentarme a él. Cogí una cuchara y armada me dirigí al salón al más estilo James Bond en Nunca digas nunca jamás que siempre fue mi favorita. Así que no me temblaban ni las pestañas. Lo primero que veo, el sofá, vacío, bien, podemos continuar y pegar un salto para entrar por sorpresa en el salón y atacar al posible polizón. Zas, agente 007,  nadie, y casi le meto un guantazo al televisor, que estaba encendido sin más. Así que no le doy la más mínima importancia y lo apago. Al día siguiente ni me acordaba del percance. Hasta que otro día me sucede lo mismo. Esta vez, me levanto sin cuchara en mano, porque ya se lo que estoy manejando, y vuelvo a apagarla. Pero claro, no podía quedarse la historia ahí, y un día viendo una película, comienza a subirse el volumen solo ..... y yo intentando bajarlo .. aquellos parecía un pulso a ver quien era el más fuerte. Lógicamente ganó la batalla el televisor, pero yo gané la guerra porque lo desconecté de la corriente. Ya si me llega a despertar esa noche, les juro que no me armo de valor y me quedo debajo de las sábanas. Al final tuve que llevar la tele a un técnico, que por cierto, cuando me la dio sin Pol, me dijo que si me había dado cuenta de que tenía tdt porque no tenía ningún canal guardado. Ahí quedé como una tonta total, porque no me había dado cuenta y yo estaba tan feliz utilizando siempre el reproductor multimedia que si sabía que tenía tdt. Si ya lo compré a propósito así pensando en el futuro que nos llegaba. Como ven, mujer previsora vale por dos. Aunque en realidad, yo valga por cuatro porque el televisor yo ya lo había comprado años atrás con esta nueva tecnología aunque no sabía ni que existía aún. Así que creo que lo que debería de hacer antes de comprar un microondas nuevo es comprobar si está desenchufado no siento que otro Pol de estos haya entrado por detrás de los muebles y haya desenchufado mi electrodoméstico más preciado. Así que de momento mi peliculón del viernes lo paso sin palomitas. Cuando termina la peli, hago zapping a ver si hay algo interesante, y a veces corro la suerte de que si, pero otras me encuentro con esas tías pechugonas que parece que no tengan ninguna neurona conectada preguntando por nombres que empiezan por N y terminan por A para regalar 1000 euros. Ahí es cuando decido que mi cama se merece una nueva oportunidad y me voy a sobar pensando en la F1 o Moto Gp si es que lo hay. 

A la mañana siguiente, que ya es sábado, si no hay acontecimiento deportivo, me voy al Gym. La última vez, es decir, el sábado pasado quedé con una buena amiga, la que me enseñó que yo soy una mujer tapete gracias al ebook que me dejó (cosa que me recuerda que aún no me he comprado uno), para hacer máquinas. Nunca lo hacíamos porque nos daba vergüenza al estar lleno siempre de machos, bueno, machos, o machitos...Pero decidimos afrontar juntas este obstáculo comenzando por un sábado que no hay ni la mitad de gente. Somos valientes ¿eh? Pues nada, llego al Gym y mi amiga ya está en la cinta andadora, mientras está de cháchara con un monitor  que por cierto habla por los codos. Es de esos, que aunque te pregunte por algo, en la quinta palabra que pronuncias, ya está hablando él. Conclusión, mejor escuchar que además estamos haciendo ejercicio y hay que respirar bien. Quizá sea su estrategia para que hagamos un buen entrenamiento, aunque tengo mis dudas porque pasa lo mismo cuando estamos haciendo unos bocadillos en el bar del gimnasio. Pues nada, llego yo y como cualquier mujer que se precie, entro en el juego y me pongo de cháchara, hasta que se me enciende una bombilla de las pocas que tengo, y se me ocurre la brillante idea de montarme en la cinta andadora mientras está funcionando con mi amiga encima. y claro, ¿ustedes han visto esto?



pues más o menos. Eso sí, sólo apoyé una de las rodillas, la "buena". Es decir, tuve los reflejos necesarios para no machacarme la rodilla que ya lleva dos tornillos de titanio, y que en su día llevó tres gracias al cirujano mañoso al que se la cayó uno y me lo dejó dentro para ver si así crecían unos cuantos más y nos forrábamos con el titanio producido en mi cuerpo. Así que una vez salvada mi rodilla, me levanto y no miro a mi alrededor manteniendo mi dignidad, a pesar de que un hombre que estaba al lado saltó de su máquina para ayudarme. Osea. él si que se enteró, y mi rodilla la buena, también. Pues nada, que mejor nos vamos a la elíptica un ratito para hacer ejercicio aeróbico , 40 minutejos y coger las máquinas para poner nuestros brazos en forma después. Ahí nos lanzamos a hacer 4 series de 10 o 15 repeticiones en no se cuántas máquinas al tun tun. Así que entre cháchara y cháchara se nos pasa el tiempo volando y hacemos un entrenamiento de los duros, de esos en los que pones el mínimo peso!!! Así que a partir de ahora, haremos un entrenamiento intensivo, los sábados y un día entre semana. Lo que yo diga, que me voy a poner buenorra. No se me va a caer la piel de los brazos ya, oléeee! 

Pues nada, una vez terminado el entrenamiento me da tiempo a llegar a casa, hacer la comida para dos, y ver los entrenamientos oficiales de Moto Gp que este finde si que toca y aunque mi Valentino Rossi esté de capa caída, por culpa de Ducati, de él, no, yo sigo ahí en mi empeño en que un día todo se solucione e Il Dottore resurja de sus cenizas como el ave Fénix, y me tenga en vilo durante una hora con el corazón a mil. Así que vemos los entrenamientos oficiales, yo me concentro en mi peque Márquez y en mi Rossi, y así voy cogiendo la gana (si, así se dice en catalán, hambre. Raro, ¿verdad?. Tinc gana.¿ Ganas de qué alma de cántaro?) para zamparme la comida y tirarme en el sofá a ver una película o un capítulo o dos o tres de Fringe. Lo cierto es que últimamente ya vemos menos capítulos. Yo creo que es el pánico escénico ese que entra cuando ves que se te están acabando los capítulos y te va a tocar esperar a que den la nueva temporada. Porque no hay nada más coñazo que haber estado viendo una serie al ritmo que te marca el cuerpo y tener que esperar de repente en el mejor de los casos, una semana para poder ver el siguiente. Lo bueno también de tenerlo descargado (gracias jesusitocd), es que si por lo que fuera o fuese te quedas dormido ( esto le pasa muy habitualmente a mi acompañante), no hay problema porque lo puedes volver a ver sin tirarte de los pelos porque te lo has perdido. 

Ya una vez dormida la siesta española, porque aunque no trabaje ya dije que me la estaba pegando incluso los fines de semana, porque yo también descanso, la tarde-noche cae sobre nosotros y ya podemos plantearnos el ir al cine, a ver una película de acción. Y claro, como siempre, nos basamos un poco en los trailers que hemos visto en otras películas. Craso error!!!!!!! Empieza una peli de acción, y tras media hora uno se pregunta, ¿dónde están los tiros? ¿dónde están las hostias? , ¿por qué nadie corre? Ah si, ya apareció, lo que salía en el trailer, bien!!!!! , pues nada, con eso y un bizcocho hasta mañana a las 8. Eso es lo que hay. La acción de la película, es la misma que en el trailer, es decir, dura un solo minuto. Pues nada, la próxima vez escojo yo la película que seguro que atino más, que yo soy aparejadora y tengo mejor ojo. Se donde está la marcha. Así que vámonos a casa a pedir unas pizzas, que no son de microondas y que por cierto están buenisísimas. Las hacen en Sant Pol en un lugar que no hay ni para sentarse. Vaya, que o la pides allí mismo y te la llevas o la pides por teléfono y un joven simpaticote te las trae a casa, bien calentitas por un módico precio de 13 euros, dos pizzas. Así que aunque esté en paro, aún puedo permitirme de vez en cuando este lujo. Ya con el estómago lleno, las cosas se ven de diferente modo, así que nada como tumbarse otra vez en el sofá de Ikea, y tirar de Fringe hasta que nos quedamos dormidos y vamos para la cama. Y como a la gran mayoría de la gente, el paso del sofá al colchón anima las neuronas activándose los neurotransmisores para llegar a la cama con el efecto de la dopamina suficiente, como para no dormir nada más aposentar nuestros cuerpos horizontalmente. Llegado el momento de dormir, pienso, en tener la posibilidad de quedarme dormida yo antes y así evitar posibles sonidos que me abstraigan de mi cometido. Porque como ya he contado, la opción de los tapones aún no la he probado y me mantengo ahí escuchando tan bello sonido. Claro, que seguro que si esto lo estuviera soportando después de un año todos los días, el libre albedrío me permitiría lanzarme a su yugular, o sin embargo seguiría siendo una mujer tapete y me colocaría unos tapones en los oídos. 

Así a palo seco, sin tapones ni nada llegamos a la mañana siguiente con la emoción de las motos. Y ahora si que no hay tiempo de gimnasio ni nada. Ahora sólo hay que disfrutar del rugido de los motores de las tres categorías, y si llueve mejor, que así Rossi, demostrará que sigue siendo el mejor del mundo. Aunque con las caídas del pasado premio, en moto 2 y moto 3 no esté satisfecha porque mi peque Márquez mordió el polvo. En fin, cuando acaban las dos primeras categorías, ya me dispongo a hacer la comida para poder sentarme tranquilamente a ver Moto Gp sin pensar que cuando acabe no hay nada que llevarse a la boca. De esta manera, veo la carrera, con la apropiada llamada que me hacen mis padres siempre cuando Rossi está haciendo un carrerón como este último, compartiendo los últimos instantes de sudor y pánico por los que estoy pasando. Sin más, la carrera acaba, y la vida continúa prácticamente como la del sábado. Sofá, series, películas, si hay tenis, pues tenis porque mi Nadalete es mi Nadalete. Que vaya culete que tiene el colega. A mi no me molesta que se esté sacando todo el día los gayumbos de la raja, por mi lo puede hacer siempre que quiera, que debo de ser la única que lo entiende. ¿Alguna recuerda las primeras veces que usaron un tanga? ddddios!, no recuerdo cosa más molesta que esa. Allá por los 95 creo, me dispuse a probarlo, y ditoseadios, qué horror. ¿Cómo podían aguantar las chicas tener algo metido por la raja del culo? Aguantar plataformas de esas que se llevaban antaño y que ahora están de moda también, era una cosa, pero una braga metida por la raja no es lo mismo. Claro que como el ser humano se acaba acostumbrando a todo, incluso a lo malo, al cabo de unas semanas, tener metida una braga por el culo todo el día se convirtió en el pan nuestro de cada día. Y como yo como mucho pan, no iba a ser menos con la braguita esta. Así que si Nadalete no está todo el día acostumbrándose, normal que cuando le suceda, que seguramente sea cada vez que coja la raqueta, le moleste y el chico quiera quitarse de encima semejante molestia. Así que tú sigue chaval, que yo y todas las mujeres que hemos padecido esa molestia te entendemos.  Y además, a quién le importa si se saca o deja de sacar los gayumbos del culete, cuando nos regala unos partidos tan increíbles que no dejan indiferente ni al mismísimo Federer. A mi está claro que no me deja indiferente, porque es hasta tal punto, que he tenido que sufrir en mis propias carnes que el juez de un partido de semifinales de Rolang Garrós, me mande callar después de que Soderling parara un saque por mis gritos. He de decir, que vergüenza ninguna, tuve a toda la grada conmigo! Me sentí victoriosa. El sueco este se merecía eso y más. Mucho saque bueno, pero un mamarracho en toda regla. 

Así que sin más el domingo se va acabando para acercarnos el tan odiado lunes. Eso si, a mi me llega el lunes con una duda existencial. Todo este tiempo yo he creído que con mi media naranja habían hecho un zumo. Vale, se que esto no es de cosecha propia, y el facebook ha dado a conocer tan célebre frase, pero oye, que una después de tanto descansar, tiene sus neuronas también aletargadas y originalidad cero. Pues bien, este fin de semana, la duda se ha apoderado de mi. ¿Se acuerdan todos de la famosa canción de Enrique y Ana titulada, Mi amigo Félix? ¿alguien sabe a quién estaba dedicada?, supongo que la gran mayoría, al menos aquellos que hayan nacido por entre los 70 y 80, saben que estaba dedicada al mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente, el amigo de los animales, que murió trágicamente en un accidente de avión en Alaska ( joé cuánto se )



Pues bien, hace un par de años, después de toda una vida pensando lo mismo, yo me enteré de esto. Siempre había pensado que esta canción infantil tan famosa, se había hecho para el mismísimo Félix el Gato,



Y yo pensaba que era la única subbbnormal, con tres "bes" que pensaba eso. Pero no!. No estoy sola en esto, resulta que mi amigo con derecho al colchón de Ikea, también!!!!!!!!!!!! .... Después de haberse reído de mi, decenas de personas, por fin encuentro a alguien que me entiende tan bien como entiendo yo a Nadal con su gayumbo y su raja del culo. Así que esto me hace plantear seriamente, si mi media naranja está exprimida, o quizá no. Da lo mismo, si no es mi media naranja, es otro imbécil como yo que creía que Félix el gato era el prota de una canción, y con eso ya estoy más que satisfecha. 

7 comentarios:

  1. Gracias por recordarme que soy del 70!!!!!!!!! en paro, 42 recien cumplidos, aún no tengo mobil nuevo y si: yo tenía el cassette de Enrique y Ana!. Un abrazo guapísima: Susanna (Blanes)

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  2. jajaja y lo bien que te conservas, ¿qué?. Un besote !!

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  3. Nucilla, me parto contigo!!!!

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  4. Me ha encantado leerte, eres autentica, sigue asi un besote.

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  5. jajaja te caiste en la caminadora, sorry, de solo imaginarlo... Enrique y Ana también sono por estos lares... aunque prefiero la canción de los punkitos: "caca, culo, pedo, pis" jajajaja.

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    1. sii Marcelo....me caí como se ve ahí jaja...pero me levanté como si fuera una marquesa, con clase jajajaja

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  6. ...Solo Volved Nucilla: Sois o teneis Culo de perro.

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