jueves, 7 de junio de 2012

Rumbo a Barcelona


Cuando uno tiene que coger un avión, lo habitual es hacerlo todo bien, con tiempo. Pues bien, cómo no, yo suelo hacerlo todo tocándome los talones el culo. Excepto esta vez, que en algo he sido precavida. Un día antes de coger el maravilloso avión de Ryanair, si, ese que si vas con equipaje de mano tienes que hacer malabares para que te entre todo en la maleta con medidas mínimas, decidí hacer la maleta para así no estar estresada el mismo día del vuelo. Y lo conseguí, me entró todo, unos cuantos bikinis, un par de zapatos de los cuales no usé unos, unos cuantos shorts de los cuales usé sólo dos, unas cuantas camisetas y los perfumes que me compré porque salen más baratos en las islas. Bueno, hay que hacer un matiz. Si eres godo no. Es decir, si tú llegas pidiendo un perfume de Jesús del Pozo en lugar de Jesús del Poso, la cagaste. En vez de pagar 64 euros, pagas 95 eurazzzos. Con el tabaco ya no se tiene ese problema, Lm Light a 2 eurasos o eurazos, es indiferente, nadie te va a castigar por ser ese godo que invadió las islas, para esto eres uno más. Así que completo mi maleta el día de mi marcha con un cartón de tabaco y queso de Valsequillo con pimentón para la dieta del que tiene derecho al colchón de Ikea, que a partir de ahora lo llamaremos "Mr. Dream" porque no he conocido a nadie que duerma tanto como él, cojones!. 

Ya todo listo salimos mis padres y yo rumbo al aeropuerto, sin prisa pero sin pausa, porque a pesar de ir con los talones pegados al culo, voy con el margen que yo creo suficiente para llegar, pasar por el detector de metales y embarcar. Pues nada, llegamos, me despido de mis padres, y entro toda contenta, y paso el primer control donde enseñas el billete. Esto va viento en popa. Cojo una bandeja de esas preparadas para objetos tales como monedas, ordenadores, chaquetas, bolsos y zapatos. Me coloco en la cola para pasar el detector de metales pensando, joder, cuánta gente hay. Y de repente, no se por qué, me da por pensar en mi Iphone con una extraña sensación. Así que introduzco mi mano suavemente por el mini bolso, empiezan a caerme gotas de sudor por la frente, y oh oh, que no hay móvil. se acabó el mundo!!!... La primera sensación fue esa de  y qué hago yo  ahora!!!!!. A dónde voy!!!!. A dónde va mi vida!!!. Quién soy yo sin mi Iphone!!!. Total, salgo corriendo por el primer control con el permiso de la azafata de tierra, y le pregunto por una cabina de teléfono, mientras pienso si me acuerdo del teléfono de mi padre. Por suerte, pensé en el número  (ahí aún no sabía que el teléfono que estaba pensando no era de él sino de una amiga de Bilbao. Siempre los he confundido y no se parecen en nada. Vamos, como un huevo a una castaña), y corriendo hacia fuera del aeropuerto porque es lo que le entendí a la súper azafata, desesperada, no encontré ninguna cabina. Joder! y ¿ahora qué hago yo? Con mi cara de espanto y desesperación pregunté a un hombre que estaba acompañado de no se quién porque ni me di cuenta, por una dichosa cabina, y me dijo que dentro había una. Sí, dentro, pero dónde joder!!!!! Consigue acordarse de dónde está la cabina, así que me dirijo frente a la cafetería, y si, no sólo había una, sino que había unas cinco. Con los nervios a flor de piel, consigo sacar la cartera, y me encuentro con unas pocas monedas, y toda temblorosa, y como podía porque llevaba el cinturón en la mano, la chaqueta y la maleta, conseguí meter una moneda de 50 céntimos y otra de 20. Pues no señores, no. Craso error, el importe mínimo para realizar la llamada es de un euro. Me cagonetó!!!. Otra vez a correr, ahora rumbo a la cafetería para pedir cambio. ¿Por favor me podría cambiar para la cabina?, tic tac tic tac, ni me mira la tía. Por favor, por favor, es que es urgente, tic tac tic tac, ni me mira la tía, extiende su mano, le ofrezco 10 euros, y se va, sin mirarme otra vez, y me trae el cambio. Aún no se de qué color tenía los ojos. Gracias, gracias!!!! Voy a la cabina y según voy a teclear los números me doy cuenta de que me viene a la mente otro número. Mierda, ahora no se cuál es el de mi amiga y cuál el de mi padre. Afortunadamente por un pequeño detalle de un dígito recordé cuál era y pude llamar. Cuando empiezan a sonar el tono de llamada, pienso, la cagué. Lo pienso porque cuando llamas a mi padre por teléfono suena la canción de "Angel" de Robbie Williams. Pero no, de repente al otro lado, mi madre! Estoy salvada, por favor, den la vuelta que me he dejado el móvil en el sillón de atrás del coche. Así que salgo del aeropuerto, quedando 15 minutos para el embarque aunque la compañía diga que es el cierre de puertas en la tarjeta de embarque. Mientras espero fuera fumándome un piti que me costó Dios y ayuda encenderlo porque no era capaz de encontrar el mechero dentro del mini bolso lleno de cosas como un cinturón, aparece el hombre que me informó de la situación de la cabina, y me pregunta que si la encontré. Le dije que si, y me dice tal cual que la chica que estaba con él, dijo, ¿pero esta está buscando una cabina o se está haciendo pis?. me dio ganas de responderle: yo no hago pis señor, yo meo. Pero como fue el primer paso de mi salvación no solté ni media palabra. Y le di las gracias mientras seguía fumando mi piti Ya cuando llegan mis padres, que los veo al fondo rebasando los límites de velocidad  (a Dios gracias que no hay ningún radar ahí), frenan a mi lado, y me sueltan el móvil como si fuera contrabando. Lado positivo: volví a ver a mis padres unos segundos más. 

Ahora ya entro, corriendo más aún si es que era posible, corre Forest corre, y al pasar por el primer control, mi billete no es válido. ¿será posible que me pase esto a mi? ¿podré salir algún día de la isla?. Peeero la azafata de tierra muy maja ella, se acordaba de mi, porque supongo que no todos los días se encuentra con una gilipollas como yo que entra y sale al minuto corriendo como alma que le sigue el diablo. Claro que la señora esta, no sabe que yo qué iba a hacer sin mi Iphone. Porque reconozcámoslo, una vez que tienes un Iphone, tu vida cambia. Y una vez que lo pierdes, sientes eso mismo, que estás perdido. Fin del juego. Game over. Al final paso el siguiente control, no sin antes quitarme todo de encima, incluídas las botas para no tener que dar marcha atrás y quitármelas, porque otra cosa no pero pitar a mi me pitan hasta los ojos. Ya esperando la maleta, la guardia civil que las mira por el monitor, me mira y me dice: ¿estás acalorada eh?. Pues si, señora. Llego tarde por culpa de un Iphone y quizá pierda mi vuelo y regrese a casa de mis padres a seguir comiendo papas arrugás con mojo picón. Menos mal que no encontró nada interesante dentro de mi maleta y no obstaculizó mi camino en ningún momento para abrirle la maleta y mostrarle el cartón de tabaco y los mililitros de líquido que llevo en el interior.  Y nada, que llego a la puerta de embarque y me encuentro con la cola de mi vida, y con esto quiero decir, que más grande que la que me encontré cuando fui a inscribirme en el paro. Allí me da tiempo a ser consciente de lo que había pasado y del calufo que tenia encima. Creía morirme de calor ahí dentro. La gente me miraba como si miraran a una loca, pero no me importaba, ande yo caliente, ríase la gente. Yo ya tenía mi Iphone conmigo y podría llegar a Barcelona siendo persona, no sin antes la llamada de mis padres para ver si lo había conseguido y de paso mi madre reprocharme que siempre voy sin tiempo al aeropuerto y que si pasan cosas de estas yendo con más tiempo no habría ninguna sin solución. A lo que yo respondí: pero si me ha dado tiempo, ¿no?. Mira que siempre me dice que agua pasada no mueve molinos. Pues ya está. Pasado pasado está y oye, que he llegado a tiempo, y ya voy regreso a mi futuro como estaba ya programado. Al estar casi al final de la cola pensé que me tocaría sentarme en la cola del avión y rodeada de gente más sudorosa que yo y de esa parlanchina que no te deja echar una cabezada. Claro que en los asientos de Ryanair eso se complica porque el resplado es como un tabique bien aplomado, no hay tia que lo mueva!. Pues no, tuve suerte, y me senté al principio, en el lado del pasillo aunque yo soy del lado ventanilla, pero sin nadie en medio. Y mira, no me venía mal, porque mi idea era entrar al aeropuerto mear, e ir a la puerta de embarque. Así que podría levantarme en medio del vuelo, al baño sin tener que molestar a otros viajeros. Así que no hay mal que por bien no venga. Y qué alegría cuando dicen que la duración del vuelo será de 2 horas y 50 minutos en lugar de 3 horas y 15 minutos. He triunfado!. Voy a llegar antes, así que cuando salga del aeropuerto de Barcelona será la hora que le he dicho de llegada a Mr. Dream y no tendrá que esperarme nada. 

Bienvenidos a Barcelona, titirititi (sonido estruendoso, y horrible a modo de trompetas que los irlandeses de Ryanair ponen cuando conseguimos aterrizar sanos y salvos en el aeropuerto de destino). Salgo del avión, y según piso la terminal, veo una cara conocida. Coño, la madre mi una de mis mejores amigas, que había estado en Barcelona los mismos días que estuve yo en Canarias. Así que me pongo a saludar a los padres de mi amiga y sus tios. Una alegría, porque no verlos en Canarias y encontrármelos a la salida del avión cuando se me había pasado por la cabeza que eso pudiera pasar, es un puntazo! Ya me despido y cojo mi Iphone para llamar a Mr. Dream que ya está fuera esperándome. Pobre, tuvo que buscarse la vida 3 horas hasta que yo llegara, porque salió de trabajar antes de la hora que tenía prevista.  Pero bueno, tuvo su recompensa, porque para él volví con el guapo subido. Já!  En realidad, lo que pasa es que me ha echado de menos, mucho de menos, aunque no lo quiera expresar así. Pero se le nota, primero por sus formas, y segundo porque me lo dice. Sin el mucho, claro. Porque ya sabemos que no hay que ser muy calzonazos y hay que mantenerse duro aparentando un poco de "solvencia". A todo cerdo le llega su San Martín.


Sin más.

domingo, 27 de mayo de 2012

Crónica canaria

Muchos se piensan que cuando se va a Canarias, se va de vacaciones. Normal. A mi me dicen que se van a Ibiza y pienso lo mismo. Pero habemos unos cuantos que cuando decidimos ir a Canarias, nos vamos a casa.Así que una no viene a Canarias pensando en que se va a pegar todo el día tirada en la playa cual guiri cangrejo. No, yo llego a mi isla, y me encuentro con unas nubes de escándalo en la capital, así que decido que lo mejor será parecer una más en la ciudad. Como si nunca me hubiera ido. Eso si, haciendo paradas estratégicas para pillarme Munchitos, que son unas papas de bolsa que son las mejores del mundo, y que me es difícil explicar cómo saben. Simplemente digo, que como esas ninguna. También me compro unos Skittles, que son los sabores del arco iris, y que aunque no sean canarios, sólo los he encontrado aquí, en Nueva York y en Barcelona en un sólo sitio. Así que me limito a dar un paseo con mis padres y mi perro, porque aunque él viva aquí, según mi padre es mío. Y todo porque hace ya más de 15 años, cuando se murió mi abuela, me ofrecieron un cachorrito precioso. Y mi madre dijo, pues anda mira, sí, cógelo, que así hará compañía a tu abuelo y además intentaremos que se te quite el miedo a los perros. Mi miedo a los perros vienes desde chiquitita, que estando en la playa, un bicho de esos llamado perro, o bueno, vale, era un cachoro al parecer, pero seguro que para mi tiera edad eso era un oso, se me abalanzó encima y me revolcó por la playa porque como dice mi madre estaba jugando. Já, yo si me quiero revolcar ya lo hago yo solita, no necesito que ningún animal, mamífero o no, me haga el favor. Así que como la mente humana es muy sabia, creo que tengo un miedo psicológico a los perros. Porque sigo pensando que tienen dientes y que con ellos muerden. Y si no, que se lo digan a mi tobillo después de ser mordido por el llamado mi perro, por haberlo pisado suavemente con unas cholas (dícese de las chanclas mundialmente conocidas en todas partes menos en Canarias, porque nosotros somos chachi). Dios, qué calambrazo!.... El caso es que mi perro vive en Canarias y ya está muy viejito y ahora si que me atrevo a darle comida directamente en la boca. Pero es que está mucho más calmado, ya no se me tira a la yugular de la mano todo ansioso. Así que ahora no me importa salir a pasearlo, porque ya se lo merece y además estoy orgullosísima de él, porque es bonito bonito y bueno bueno.
 
Después del paseo matinal, ya comienza mi vida social y quedo con una de mis mejores amigas en el corte inglés. Suena raro, pero no lo es. Con ella no. Siempre utiliza el parking de allí porque a la muy jeta le sale gratis con la tarjeta de allí. Y digo muy jeta, porque yo también la tengo, y no hay tu tía. Yo no salgo sin pagar el parking ni gastándome todo el sueldo, ahora del paro, allí. A mi me toca pagar como a todo hijo de vecino. Así que nos encontramos en la sección de bikinis, porque hace años que no me compro uno, y atención, momentazo. Nos vemos, y nos pegamos abrazadas y dándonos besos 3 minutos. Hasta un chico que pasó, al pararse más adelante se volvió a girar hacia nosotras con cara de, estas son bolleras y me apuesto el huevo izquierdo. Pero no, no lo somos, sólo que hace casi 8 meses que no nos vemos y una tiene sus carencias.No voy a contar qué hicimos porque lo más emocionante fue comprarme el bikini. Así que llega la noche y me voy a dormir a casa de mis padres como en aquellos maravillosos años.
 
Ya llegado el jueves, la vida te la planteas de otro modo. Ahora se ha puesto de moda en el casco antiguo de Las Palmas los pinchitos. Y como yo también tengo sangre Zamorana, si me dices ven, lo dejo todo. Eso si, antes de ese momento nocturno, me voy a la playa porque parece que las nubes dan un poco de tregua. Pero un poco solo, porque van y vienen, así que yo me tiro dos horitas tan ricamente tirada sin enterarme de que el sol me está acribillando literalmente y regreso a mi casa casi como un cangrejo, porque sólo tengo dos patas, si no sería un completo cangrejo porque a veces camino para atrás haciendo un moonwalker (un minuto de silencio por Michael Jackson. El más grande de los grandes). Eso si, mientras ya hemos hecho un peazo grupo en el whatsapp para quedar esta noche y jartarnos a pinchitos. Lo malo o lo bueno, de ir a comer unos pinchitos, es que para comer tienes que beber, porque si no te enyugas tó (porque el canario no se atraganta, se enyuga). Así que quedamos todos en el sitio que yo digo, osea debajo del árbol grande, o como diría la amiga del abrazo, delante del teatro Guiniguada. Yo es que no soy nada culta. Y como siempre pasa, todo el mundo llega un poco más tarde, excepto mi amiga con la que yo aparezco que por primera vez en su vida queda conmigo a una hora y llega una hora antes!!!!! Verlo pa creerlo!!! Hay una explicación, no se crean. Es que está tan estresada con tantas cosas para hacer que no tiene hueco para el error. Bueno, a todo esto, van llegando todos. Y claro, no se qué es lo que ha pasado, que todas, absolutamente todas aparecen con novio. Como lo leen. Está de moda. De un tiempo para acá es lo que se lleva, así que yo me dedico a sujetar la vela, y claro al principio gusta porque entre pincho y pincho y cerveza y cerveza la cosa se lleva bien, pero llega un momento en el que una dice jo-der y empieza a jalarse rones mientras los demás disfrutan de sus cervezas y manitas.Y mierda! llega el momento en el que todo el mundo se quiere ir, primero porque no están tajas como yo, y segundo porque al día siguiente trabajan, no como yo. Así que de camino al coche, llega una sorpresa, y es que faltaba por llegar un amigo que había estado trabajando y que conozco desde hace casi 30 años y fue mi primer "novio" (entre comillas porque no nos dábamos ni la mano), y bbbbien! llama!!!! justo a tiempo!!!! Así que él y yo acoplados, o mejor dicho, él, mi taja y yo nos vamos a una terracita a tomarnos una copichuela. He de decir, que la noté fuerte de cojones. Pero yo me la bebí. Eso sí a un ritmo no habitual en mi, porque él fue a pedir la segunda y yo no había terminado la mía.... Así que ya pueden ir pensando que aquí hay algo raro raro raro ... Ya de madrugada, me deja en mi casa, abro el portal a la primera, así que no voy tan mal. Subo el ascensor y cuando meto la llave en la puerta entra, así que lo dicho, que no voy tan mal.Entro, me hago un croissant de chorizo,  me pongo el pijama, me tumbo, y voy directa al baño a echar la pota. Así que si que debo de ir mal. Mi madre se levanta y me acompaña, le digo que me he bebido tres cervezas y cuatro copas y que nada, que la echo y me quedo tan a gustito para meterme en la cama. Todos contentos. Pues no, a la hora y media, me levanto al baño otra vez a lo mismo. Así hasta cuatro veces. Ya a la quinta, son las 9 de la mañana y no hay tu tía que consiga que eche nada más, pero me muero por hacerlo, así que no hago otra cosa que pensar en el momento que se levante alguien para decirle que por favor vaya a comprar a la farmacia Primperan o que me lleven a urgencias para que me lo pongan en vena. A ver señores, que cuando uno bebe, vomita y santas pascuas, a dormir la mona y tener quizá una señora resaca o señor resacón. Pero lo que me pasó a mi, no fue normal. como dije antes que pasaba algo raro, les voy a decir lo que pasó: ga-rra-fón!. Yo que siempre me reía de los que se excusaban con semejante patraña. Pues no, realmente existe, y me tocó. Y lo se porque cuando les conté a diferentes personas donde me había bebido la copa, todos dijeron lo mismo, por experiencias propias. Ahora que se lo que es puedo decirlo: la palabra maligna es el etanol.
 
Por fin se levanta mi padre, y yo sólo atinaba a decir Prim-pe-ran ... y ale, dos cucharaditas, y en 20 minutos desaparecieron las náuseas y pude dormir dos horas!!!  Claro, todo el día tirada en el sofá. Eso si, con los mimos de mis padres, cuidándome en todo momento. Cómo se echa en falta por dios!!!!! Cuando estoy sola en casa, (no las monto como Macaulay Culkin), y me pongo mala, o enferma (porque si lo lee otra amiga mía dice que está mal dicho), no tengo a alguien que esté a mi lado y me traiga un yogurt aunque yo casi no los tome, o una sopita, o los medicamentos con un vaso de agua. No, de eso no tengo, y empiezo a darme cuenta de que me gustaría. Quizá por eso mis amigas se hayan echado novio y no sea una moda pasajera. Yo como estoy ya para vestir santos, seguiré levantándome a por el medicamento, yogurt o sopa hasta que mis padres decidan irse a vivir a Barcelona o acabe yo regresando al nido con el rabo entre las piernas.
 
Una vez superada la resaca pasando todo el día en el sofá, mi amiga desde hace casi 30 años, me espabila y anima para salir, y claro, una vez en pie, como ya he dicho que todo el monte es orégano, me enralo, doy un paseo por Las Canteras (la mejor playa del mundo en una ciudad. Y si no, casi la mejor) con ella, su novio y el candelabro en mano, aunque después me toque soltarlo para comerme un cono de papas ummmmm ... Cómo me gusta comer papas cuando tengo resaca!!!!!.... Una vez recuperada absolutamente gracias al paseo y las papas, me enralo más y me voy a ver a casa de un amigo del novio de mi amiga la del abrazo la final de la Copa del rey. Visca el Barça! Visca! . Ya saben, ganamos, y Pedrito metió dos golitos para darme el gustazo. Así que con eso, con un ratito más en la calle tomando algo me puedo ir a sobar tranquilamente que mañana he quedado para ir al Sur a la playa. Aquí en Canarias se estila mucho, eso de, me voy al Sur, que es como decir, me voy a la playa. Lógicamente vas a la playa.
 
Y nosotras fuimos a la playa. Al Sur. Donde nunca está nublado y tienes garantizado el sol los 365 años de sol, excepto cuando voy yo, claro. Así que allí estábamos, con nuestros bocadillos de tortilla de La Garriga que son los mejores bocadillos de tortilla de la historia, tomando las nubes. Eso si, se estaba de muerte porque no te disecabas y te dabas algún bañito más que nada para cambiar el agua al canario. Ya cansada de tanta nube y tanta tortilla, volvemos a la capi para descansar que ha sido un día muy estresante y al día siguiente si que he quedado con mis padres para ir al Sur, otra vez, y estar en familia. Me levanto y lo primero que noto es una jodida calentura en mi labio. Bien, he tenido fiebre. Y mi madre me dice, toda happy que eso lo he heredado de ella, que antes le salía muy a menudo, pero que sin embargo ahora ya no le salen casi. Vamos, que me he quedado más tranquila. Esta vez hemos llegado y las nubes al vernos se han asustado. Hemos estado en la playa juntos como hacía años que no estábamos, y lo he disfrutado mogollón. Hemos ido con un bmw serie 3 que mi padre tenía que probar, y a la vuelta lo he traído yo. Menudo tostón. No hay nada peor que conducir un coche como ese y no poder pasar de 120 en algunos tramos, 100 otros y 80!!!!!.... Qué sopor por favor. Y como si algo puede salir mal, saldrá peor, llego a casa y veo un trozo de mi cara blanca. Si, me he pelado, y estoy de un disgustado que no se lo imaginan. A ver cómo hago yo ahora para igualar esto, si mañana no voy al Sur y en la capi pa joder va a estar nublado. Creo que no saldré de casa hasta el martes, que tengo cena multitudinaria y celebraré que al día siguiente es el día de Canarias. Lógicamente tendré resaca y no podré hacerlo el miércoles.

lunes, 21 de mayo de 2012

Porque también tengo fines de semana


Entre paro y paro están los fines de semana, y las vacaciones. Porque, si, aunque esté en paro, disfruto de ellos como si no lo estuviera. Me hace mucha gracia cuando me pregunta alguien que qué voy a hacer en semana santa. ¿What? ¿Sorry?, pero que estoy de vacaciones continuas. No se en qué día vivo, no se cuándo comienzan vacaciones ni tan siquiera cuando hay un puente, a no ser que ya casi lo tenga encima o la gente que me rodea comente lo que va a hacer o me pregunte a mi por mi futuro viaje.

Eso si, los fines de semana los vivo tan intensamente como cualquier mortal trabajador de este país. Me gusta cuando llega el viernes y prefiero que no llegue el lunes. Sigo notando un ambiente diferente, quizá sea porque por la carretera que pasa por delante de mi casa no pasen tantos coches, o simplemente aún tengo el chip de esa curranta nata que soy yo!!!!!! Para el mi el jueves sigue siento juernes, y ya se me disparan las neuronas pensando en un sinfin de posibilidades para el fin de semana. Como todo humano, no todos los fines de semana son iguales. Algunos son para descansar después de una semana laboral estresante, y otros son para no parar en casa. Pues bien, yo lo vivo igual, y tengo de ambos fines de semana. 

Un fin de semana tranquilito se caracteriza porque llegue la noche del ansiado viernes, y me quede en casa, tan ricamente pensando en madrugar al día siguiente para ver la F1 o Moto Gp. Me tiro en el sofá y como la tele apesta literalmente, decido que ver tele 5 no es la mejor opción y tiro del reproductor multimedia buscando alguna película que probablemente suene a lata vacía pero que con seguridad me entretendrá, sobre todo cuando algún paisano decide levantarse en medio de la película para ir a desahogar sus pantalones. Entre risas, tosidos, y ganas de mear, consigo ver mi propio Peliculón del viernes. Alguna vez me hago palomitas, pero el alguna vez ahora mismo se ha convertido en ninguna vez, porque hace unos días mi microondas ha dicho basta. y no precisamente porque lo utilice a menudo. El uso fundamental de mi pequeño electrodoméstico, estaba dedicado a las palomitas y a las pizzas buitoni, que por cierto están para requetechuparse los dedos, listas en 5 minutejos ( http://www.buitoni.es/ficha.aspx?id=14). Yo siempre le doy el toque del orégano, porque como saben yo pongo orégano hasta en la sopa. Así que ahora tengo dos de atún en el congelador a la espera de que vaya a comprar otro microondas o me de por sacarlo del sitio donde está encajonado por si por un casual se ha desenchufado. Aunque, claro, no se cómo iba a poder desenchufarse solo. A no ser, que pasara como hace un par de años, con mi televisor, que fue todo un caso poltergeist. Estaba tranquilamente en casa, yo solita sin nadie que me defendiera, durmiendo, cuando de repente un ruido me despierta. Me levanto, y veo el salón iluminado. Ahí estuve a punto de meterme debajo de la cama, pero no es lo suficientemente alta como para poder esconderme bajo ella, así que la otra opción de escape que me quedaba era, meterme bajo la sábana o afrontar el peligro. y como yo soy una tía valiente, al final decidí enfrentarme a él. Cogí una cuchara y armada me dirigí al salón al más estilo James Bond en Nunca digas nunca jamás que siempre fue mi favorita. Así que no me temblaban ni las pestañas. Lo primero que veo, el sofá, vacío, bien, podemos continuar y pegar un salto para entrar por sorpresa en el salón y atacar al posible polizón. Zas, agente 007,  nadie, y casi le meto un guantazo al televisor, que estaba encendido sin más. Así que no le doy la más mínima importancia y lo apago. Al día siguiente ni me acordaba del percance. Hasta que otro día me sucede lo mismo. Esta vez, me levanto sin cuchara en mano, porque ya se lo que estoy manejando, y vuelvo a apagarla. Pero claro, no podía quedarse la historia ahí, y un día viendo una película, comienza a subirse el volumen solo ..... y yo intentando bajarlo .. aquellos parecía un pulso a ver quien era el más fuerte. Lógicamente ganó la batalla el televisor, pero yo gané la guerra porque lo desconecté de la corriente. Ya si me llega a despertar esa noche, les juro que no me armo de valor y me quedo debajo de las sábanas. Al final tuve que llevar la tele a un técnico, que por cierto, cuando me la dio sin Pol, me dijo que si me había dado cuenta de que tenía tdt porque no tenía ningún canal guardado. Ahí quedé como una tonta total, porque no me había dado cuenta y yo estaba tan feliz utilizando siempre el reproductor multimedia que si sabía que tenía tdt. Si ya lo compré a propósito así pensando en el futuro que nos llegaba. Como ven, mujer previsora vale por dos. Aunque en realidad, yo valga por cuatro porque el televisor yo ya lo había comprado años atrás con esta nueva tecnología aunque no sabía ni que existía aún. Así que creo que lo que debería de hacer antes de comprar un microondas nuevo es comprobar si está desenchufado no siento que otro Pol de estos haya entrado por detrás de los muebles y haya desenchufado mi electrodoméstico más preciado. Así que de momento mi peliculón del viernes lo paso sin palomitas. Cuando termina la peli, hago zapping a ver si hay algo interesante, y a veces corro la suerte de que si, pero otras me encuentro con esas tías pechugonas que parece que no tengan ninguna neurona conectada preguntando por nombres que empiezan por N y terminan por A para regalar 1000 euros. Ahí es cuando decido que mi cama se merece una nueva oportunidad y me voy a sobar pensando en la F1 o Moto Gp si es que lo hay. 

A la mañana siguiente, que ya es sábado, si no hay acontecimiento deportivo, me voy al Gym. La última vez, es decir, el sábado pasado quedé con una buena amiga, la que me enseñó que yo soy una mujer tapete gracias al ebook que me dejó (cosa que me recuerda que aún no me he comprado uno), para hacer máquinas. Nunca lo hacíamos porque nos daba vergüenza al estar lleno siempre de machos, bueno, machos, o machitos...Pero decidimos afrontar juntas este obstáculo comenzando por un sábado que no hay ni la mitad de gente. Somos valientes ¿eh? Pues nada, llego al Gym y mi amiga ya está en la cinta andadora, mientras está de cháchara con un monitor  que por cierto habla por los codos. Es de esos, que aunque te pregunte por algo, en la quinta palabra que pronuncias, ya está hablando él. Conclusión, mejor escuchar que además estamos haciendo ejercicio y hay que respirar bien. Quizá sea su estrategia para que hagamos un buen entrenamiento, aunque tengo mis dudas porque pasa lo mismo cuando estamos haciendo unos bocadillos en el bar del gimnasio. Pues nada, llego yo y como cualquier mujer que se precie, entro en el juego y me pongo de cháchara, hasta que se me enciende una bombilla de las pocas que tengo, y se me ocurre la brillante idea de montarme en la cinta andadora mientras está funcionando con mi amiga encima. y claro, ¿ustedes han visto esto?



pues más o menos. Eso sí, sólo apoyé una de las rodillas, la "buena". Es decir, tuve los reflejos necesarios para no machacarme la rodilla que ya lleva dos tornillos de titanio, y que en su día llevó tres gracias al cirujano mañoso al que se la cayó uno y me lo dejó dentro para ver si así crecían unos cuantos más y nos forrábamos con el titanio producido en mi cuerpo. Así que una vez salvada mi rodilla, me levanto y no miro a mi alrededor manteniendo mi dignidad, a pesar de que un hombre que estaba al lado saltó de su máquina para ayudarme. Osea. él si que se enteró, y mi rodilla la buena, también. Pues nada, que mejor nos vamos a la elíptica un ratito para hacer ejercicio aeróbico , 40 minutejos y coger las máquinas para poner nuestros brazos en forma después. Ahí nos lanzamos a hacer 4 series de 10 o 15 repeticiones en no se cuántas máquinas al tun tun. Así que entre cháchara y cháchara se nos pasa el tiempo volando y hacemos un entrenamiento de los duros, de esos en los que pones el mínimo peso!!! Así que a partir de ahora, haremos un entrenamiento intensivo, los sábados y un día entre semana. Lo que yo diga, que me voy a poner buenorra. No se me va a caer la piel de los brazos ya, oléeee! 

Pues nada, una vez terminado el entrenamiento me da tiempo a llegar a casa, hacer la comida para dos, y ver los entrenamientos oficiales de Moto Gp que este finde si que toca y aunque mi Valentino Rossi esté de capa caída, por culpa de Ducati, de él, no, yo sigo ahí en mi empeño en que un día todo se solucione e Il Dottore resurja de sus cenizas como el ave Fénix, y me tenga en vilo durante una hora con el corazón a mil. Así que vemos los entrenamientos oficiales, yo me concentro en mi peque Márquez y en mi Rossi, y así voy cogiendo la gana (si, así se dice en catalán, hambre. Raro, ¿verdad?. Tinc gana.¿ Ganas de qué alma de cántaro?) para zamparme la comida y tirarme en el sofá a ver una película o un capítulo o dos o tres de Fringe. Lo cierto es que últimamente ya vemos menos capítulos. Yo creo que es el pánico escénico ese que entra cuando ves que se te están acabando los capítulos y te va a tocar esperar a que den la nueva temporada. Porque no hay nada más coñazo que haber estado viendo una serie al ritmo que te marca el cuerpo y tener que esperar de repente en el mejor de los casos, una semana para poder ver el siguiente. Lo bueno también de tenerlo descargado (gracias jesusitocd), es que si por lo que fuera o fuese te quedas dormido ( esto le pasa muy habitualmente a mi acompañante), no hay problema porque lo puedes volver a ver sin tirarte de los pelos porque te lo has perdido. 

Ya una vez dormida la siesta española, porque aunque no trabaje ya dije que me la estaba pegando incluso los fines de semana, porque yo también descanso, la tarde-noche cae sobre nosotros y ya podemos plantearnos el ir al cine, a ver una película de acción. Y claro, como siempre, nos basamos un poco en los trailers que hemos visto en otras películas. Craso error!!!!!!! Empieza una peli de acción, y tras media hora uno se pregunta, ¿dónde están los tiros? ¿dónde están las hostias? , ¿por qué nadie corre? Ah si, ya apareció, lo que salía en el trailer, bien!!!!! , pues nada, con eso y un bizcocho hasta mañana a las 8. Eso es lo que hay. La acción de la película, es la misma que en el trailer, es decir, dura un solo minuto. Pues nada, la próxima vez escojo yo la película que seguro que atino más, que yo soy aparejadora y tengo mejor ojo. Se donde está la marcha. Así que vámonos a casa a pedir unas pizzas, que no son de microondas y que por cierto están buenisísimas. Las hacen en Sant Pol en un lugar que no hay ni para sentarse. Vaya, que o la pides allí mismo y te la llevas o la pides por teléfono y un joven simpaticote te las trae a casa, bien calentitas por un módico precio de 13 euros, dos pizzas. Así que aunque esté en paro, aún puedo permitirme de vez en cuando este lujo. Ya con el estómago lleno, las cosas se ven de diferente modo, así que nada como tumbarse otra vez en el sofá de Ikea, y tirar de Fringe hasta que nos quedamos dormidos y vamos para la cama. Y como a la gran mayoría de la gente, el paso del sofá al colchón anima las neuronas activándose los neurotransmisores para llegar a la cama con el efecto de la dopamina suficiente, como para no dormir nada más aposentar nuestros cuerpos horizontalmente. Llegado el momento de dormir, pienso, en tener la posibilidad de quedarme dormida yo antes y así evitar posibles sonidos que me abstraigan de mi cometido. Porque como ya he contado, la opción de los tapones aún no la he probado y me mantengo ahí escuchando tan bello sonido. Claro, que seguro que si esto lo estuviera soportando después de un año todos los días, el libre albedrío me permitiría lanzarme a su yugular, o sin embargo seguiría siendo una mujer tapete y me colocaría unos tapones en los oídos. 

Así a palo seco, sin tapones ni nada llegamos a la mañana siguiente con la emoción de las motos. Y ahora si que no hay tiempo de gimnasio ni nada. Ahora sólo hay que disfrutar del rugido de los motores de las tres categorías, y si llueve mejor, que así Rossi, demostrará que sigue siendo el mejor del mundo. Aunque con las caídas del pasado premio, en moto 2 y moto 3 no esté satisfecha porque mi peque Márquez mordió el polvo. En fin, cuando acaban las dos primeras categorías, ya me dispongo a hacer la comida para poder sentarme tranquilamente a ver Moto Gp sin pensar que cuando acabe no hay nada que llevarse a la boca. De esta manera, veo la carrera, con la apropiada llamada que me hacen mis padres siempre cuando Rossi está haciendo un carrerón como este último, compartiendo los últimos instantes de sudor y pánico por los que estoy pasando. Sin más, la carrera acaba, y la vida continúa prácticamente como la del sábado. Sofá, series, películas, si hay tenis, pues tenis porque mi Nadalete es mi Nadalete. Que vaya culete que tiene el colega. A mi no me molesta que se esté sacando todo el día los gayumbos de la raja, por mi lo puede hacer siempre que quiera, que debo de ser la única que lo entiende. ¿Alguna recuerda las primeras veces que usaron un tanga? ddddios!, no recuerdo cosa más molesta que esa. Allá por los 95 creo, me dispuse a probarlo, y ditoseadios, qué horror. ¿Cómo podían aguantar las chicas tener algo metido por la raja del culo? Aguantar plataformas de esas que se llevaban antaño y que ahora están de moda también, era una cosa, pero una braga metida por la raja no es lo mismo. Claro que como el ser humano se acaba acostumbrando a todo, incluso a lo malo, al cabo de unas semanas, tener metida una braga por el culo todo el día se convirtió en el pan nuestro de cada día. Y como yo como mucho pan, no iba a ser menos con la braguita esta. Así que si Nadalete no está todo el día acostumbrándose, normal que cuando le suceda, que seguramente sea cada vez que coja la raqueta, le moleste y el chico quiera quitarse de encima semejante molestia. Así que tú sigue chaval, que yo y todas las mujeres que hemos padecido esa molestia te entendemos.  Y además, a quién le importa si se saca o deja de sacar los gayumbos del culete, cuando nos regala unos partidos tan increíbles que no dejan indiferente ni al mismísimo Federer. A mi está claro que no me deja indiferente, porque es hasta tal punto, que he tenido que sufrir en mis propias carnes que el juez de un partido de semifinales de Rolang Garrós, me mande callar después de que Soderling parara un saque por mis gritos. He de decir, que vergüenza ninguna, tuve a toda la grada conmigo! Me sentí victoriosa. El sueco este se merecía eso y más. Mucho saque bueno, pero un mamarracho en toda regla. 

Así que sin más el domingo se va acabando para acercarnos el tan odiado lunes. Eso si, a mi me llega el lunes con una duda existencial. Todo este tiempo yo he creído que con mi media naranja habían hecho un zumo. Vale, se que esto no es de cosecha propia, y el facebook ha dado a conocer tan célebre frase, pero oye, que una después de tanto descansar, tiene sus neuronas también aletargadas y originalidad cero. Pues bien, este fin de semana, la duda se ha apoderado de mi. ¿Se acuerdan todos de la famosa canción de Enrique y Ana titulada, Mi amigo Félix? ¿alguien sabe a quién estaba dedicada?, supongo que la gran mayoría, al menos aquellos que hayan nacido por entre los 70 y 80, saben que estaba dedicada al mismísimo Félix Rodríguez de la Fuente, el amigo de los animales, que murió trágicamente en un accidente de avión en Alaska ( joé cuánto se )



Pues bien, hace un par de años, después de toda una vida pensando lo mismo, yo me enteré de esto. Siempre había pensado que esta canción infantil tan famosa, se había hecho para el mismísimo Félix el Gato,



Y yo pensaba que era la única subbbnormal, con tres "bes" que pensaba eso. Pero no!. No estoy sola en esto, resulta que mi amigo con derecho al colchón de Ikea, también!!!!!!!!!!!! .... Después de haberse reído de mi, decenas de personas, por fin encuentro a alguien que me entiende tan bien como entiendo yo a Nadal con su gayumbo y su raja del culo. Así que esto me hace plantear seriamente, si mi media naranja está exprimida, o quizá no. Da lo mismo, si no es mi media naranja, es otro imbécil como yo que creía que Félix el gato era el prota de una canción, y con eso ya estoy más que satisfecha. 

martes, 15 de mayo de 2012

Elecciones en paro



Ayer me encontré con una amiga de una buena amiga que me ha preguntado por mi estado actual laboral y al decirle lo que todos ya sabemos,  me contesta que lo que tengo que hacer es buscarme un golfista. A ver, ¿un golfista o un golfo?, porque vamos, que yo creo que no soy el tipo de Tiger Woods. No como, yo zampo, no bebo de una copa, yo bebo a morro, no voy a empolvarme la nariz, yo voy a mear y no hago el amor, yo echo un polvo. Y un golfo no es mi estilo, no soy de esas a las que les gusta los malotes. Tampoco quiero decir que me gusten los pagafantas. Pero un golfillo si que es mi estilo. Ese que cuando me emborracho se emborracha conmigo y no me echa la bronca, ese que al regresar de una juerga, me despierta y me echa un buen polvete, ese al que no le importa pasar un fin de semana completo en el sofá, ese al que propongo un viaje y me dice que conmigo al fin del mundo sin importarle el destino, y a mi tampoco me importa ser yo la que lo planifica, ese al que le puedo presentar a mis amigos y se convierte en uno más con el Arehucas en  mano, ese al que no le importa que tenga muchos amigos y que si algún día vienen a Barcelona, mi casa será la de ellos y se quedará conmigo a dormir en una comuna hippy si es que no tiene otra cosa que hacer porque ya sabemos que respeto el libre albedrío. Y una vez aclarado que lo que me van son los golfillos, yo sigo asombrada con el consejo que me ha dado la amiga de mi buena amiga (ya saben, los amigos de mis amigos son mis amigos, como objetivo Birmania. Ya, lo se, ese grupo pasó a la historia por sacar un sólo disco, y también se que me remonto a la época del yo-yo), porque digo yo, ¿qué tiene que ver la velocidad con el tocino? Velocidad = golfista, tocino = estar en paro. Ah espera, que la cuestión es conseguir a alguien que me mantenga. Hombre, un braguetazo no es para hacerle un desprecio, pero he dejado claro que me gustan los golfillos y que respeten mi libre albedrío, y estoy convencida de que ese sería un pagafantas que encima querría recompensa y no respetaría mi espacio y mis necesidades. Ya se que es de agradecer los consejos, todos son siempre bienvenidos, pero si no es mucha molestia, este lo dejo aparcado justo en el aparcamiento que hay a un kilómetro de mi casa donde se encuentran gays sin conocerse o conociéndose para darse por el orto, que es lo que voy a hacer yo con el consejo, que como digo agradezco. No eres tú, soy yo, que no puedo darte lo que necesitas. Aquí si entorno el mea culpa. Además, yo soy una mujer independiente, en el paro, pero independiente. Al menos por año y medio porque ya me he cepillado el otro medio.

Últimamente parece que tengo que aceptar muchos de esos mea culpas, pero para ser sincera, la verdad es que lo estoy haciendo por dar el gusto. Dar el gusto a una persona, porque es lo demasiado tozuda como para no ponerse en tu lugar y verlo siempre a su manera.  Con esto quiero decir, que señoras y señores, tengo novia. Si como lo leen. Tengo una novia pero sin derecho a roce. ¿Podría haber algo peor que eso? Pues si. Lo de tener novio o novia, ya he dicho que los títulos me sobran, no me importa, siempre y cuando se respete mi libertad, mi espacio, mis necesidades, mi famoso libre albedrío. Bienvenido a la república independiente de mi casa. No si al final va a ser verdad que todo es de Ikea. Como iba diciendo, respetar, fundamental para mi, respetar que si hoy no me apetece hacer nada, no tengo por qué hacerlo, que si hace cinco días me preguntaste que si me apuntaba a una cena, comida, o paseo y llegado el día no me apetece, no tengo por qué joderme bajar la cabeza e ir porque si no te parece una falta de respeto. Que si no te contesto al whatsapp porque estoy ocupada CON LO QUE SEA, sea duchándome, sea cocinando, sea conduciendo, sea con el que comparto el colchón de Ikea, no me eches en cara que no lo hago y después delante de ti contesto a otras personas, porque la vida está llena de años, meses, días, horas, minutos y segundos para poder responderte, para poder ir de cena y para poder dar un paseo. Y ahora vivo con miedo a dar una respuesta que no le guste . Si, estoy agobiada, y no precisamente por estar en paro, sino porque tengo algo así como un novio de los chungos que no respetan mi libre albedrío y con el cual no follo. Aunque la quiero, eso si. Ya es oficial, soy una mujer tapete. Así que he decidido que necesito alejarme un poco de todo esto y me he comprado un billete de avión para ir a Canarias, que hace más de medio año que no voy, y además, para qué negarlo me muero de ganas por ver a mi gente, comer unas papas arrugás y ventilarme unos cuantos rones arehucas para acabar echando la pota en cualquier esquina de mi isla. 

Pero para eso y para otras cosas, tengo antes que estar bien depilada. Y cuando digo bien depilada, es de cintura para abajo totalmente depilada. De pequeña, en mis inicios, directamente me tiré de cabeza a la famosa Silk epil hasta que se puede decir que fui mujer, porque ya sabemos que tengo celulitis, y decidí que era un rollo macareno, porque algunos pelillos en lugar de ser arrancados de raíz, se cortan, por lo que al cabo de unos días te toca volver a pasarla, así que para el carajo. Cojo la famosa cuchilla que tan buenos resultados dan y dejan la piel más tersa, aunque tenga que psármela más a menudo, cosa que no me importa porque aprovecho y lo hago en la ducha. Vale, ya se que sería más cómodo en una bañera llena de agua, pero como saben no tengo bañera ni la voy a tener, al menos en este, mi mini piso. Pero como el tiempo pasa, y la sociedad se va modernizando aparece la depilación láser y la fotodepilación, es decir con luz pulsada. Lo se, parezco una entendida, pero nada más lejos de la realidad. Empecé con la depilación láser en mis barrios bajos y axilas, pero como el sitio donde me lo hacían estaba en Barcelona y ahora estoy en paro y no voy todos los días a trabajar, me he buscado un sitio más cerquita y más barato, y en 5 minutos me presento en la mesa camilla, esta vez de un centro de fotodepilación Todo esto viene a que como decía empecé depilándome de esta manera sólo dos zonas, pero hoy, hoy decidí hacerme también las piernas. Ya había probado los barrios bajos con esta tecnología, y aunque molestaba un poco más que la otra, no tuve ningún problema. Así que cuando me preguntaban ¿duele? yo decía, qué va!!! si es como cosquillitas. Es más, el que tiene derecho a mi colchón, me lo preguntó y casi hasta lo convencí de que se lo hiciera así. Así que vamos allá, fotodepilación indolora para pieles bronceadas ... y un cojón!!!!!!! ¿Indolora? Primero comienzan a hacerme dibujitos en las piernas, que eso si que hace cosquillas, para seccionar las piernas en diferentes zonas. Hasta ahí, no hay problema. Después te ponen un gel congelado, y cuando digo congelado, es con-ge-la-do donde piensas que lo que venga después de eso será mero trámite. Y un cojón otra vez. Cuando se acerca esa lucecita a mi piel , ¿qué tal?, bien, ¿y ahora?, no tan bien, ¿y ahora? ,  ¿¿¿¿¿ahoraaaaaaa??????? ddddios, ¿antes muerta que sencilla? de eso nada, prefiero sencilla con pelos, que cadáver y sin un pelo en todo mi cuerpo. Así que explico para futuros clientes, que aquellos que tengan mucho pelo y estén morenos, se retiren, se den por vencidos y se vayan a una esteticién de toda la vida y se hagan la cera, y si no, ya saben, a rasurar, aunque eso no lo recomiendo, porque no veas como jode que un tio te pique con sus piernas, su espalda, su pecho, sus brazos..... Ya nos habíamos casi acostumbrado a soportar una barba de unos cuantos días, por favor no nos hagan sufrir más. Y si no, no se depilen, a menos que sean hombres lobos, que están perfectos así. A joder, sólo a la cama!!!!


lunes, 14 de mayo de 2012

La vida en paro. Capítulo 2.


Ahora es cuando te das cuenta, que es muy difícil seguir un manual para convertirte en algo que no eres, y si soy una mujer tapete, ¿qué?, orgullosa de serlo, eso sí, con carácter y a veces mala hostia. Digo a veces, porque supuestamente hace años la dejé de lado cuando dejé de hormonarme, pero ahora que vuelvo a hacerlo puedo echarle la culpa al consumo de "estupefacientes" para evitar que el más listo de los espermatozoides que corren como si les persiguiera el mismísimo Jack Nicholson en El resplandor consigan llegar a la meta sanos y salvos. Todo por una buena causa, el mundo no está preparado para una mini yo. Sea como sea yo no tengo la culpa. La culpa la tiene "él", que no ha aparecido diciéndome hola nena, quiero ser el padre de tus hijos. Eres la mujer de mis sueños y como tú, ninguna, así que vamos al colchón de Ikea a retozar de placer. No será por falta de facilidades, porque a ver quién se resiste a este cuerpo serrano lleno de celulitis, a esta cabeza amueblada por Ikea y ese buen gusto por los colchones. Quizá sea porque estoy en paro, va a ser eso.
Total, que si es tarea complicada la de convertirse en una mujer cabrona dejando a un lado a la mujer tapete imagínense el decidir si es mejor comprarse un ebook o continuar gastándome 80 euros en libros con su tapita y sus hojas de papel, que en realidad acaban ocupando un espacio, que para ser sincera, necesito en mi mini piso. Claro que existe la posibilidad, como me ha dicho otra buena amiga, de ir a la biblioteca, pero ¿a quién le apetece tener que leer un libro en tiempo récord? Ya se que me los estoy cepillando literalmente hablando, pero basta que sea una obligación para que lo deje encima de la mesa ocupando también un espacio que seguramente necesite y hemos quedado que hay que respetar el espacio del otro y dejar que disfrute de lo que le guste cuando le plazca. Sin más, ya lo meditaré con la almohada, que también es de Ikea. 


Y una vez cepillado medio libro, dependiendo de la hora que sea, me dispongo a dormir la siesta, porque señores, aunque no trabaje, mi materia gris que ha decidido que me despierte a las 8 a.m, me da un toque de atención insinuándome que mi cuerpo necesita unos minutos de sueño. Bueno, quien dice unos minutos, dice unos cuantos minutos, unas horas, qué mas da!!!! El caso es que mi cuerpo y mente necesitan estar preparados para afrontar mi siguiente gran momento. El gimnasio. Si, lo se. Lo había dejado. No me iba bien, y en lugar de ponerme con un cuerpazo de ahí va la hostia, me ponía con un cuerpo de mamma mía, cuantas pizzas te has comido!!! Pero desde que estoy en paro, como ven, mi vida es un poco, por decir algo, sedentaria y todo pasa factura. Resulta que fui a Madrid, con otra amiga, porque increíblemente ésta no había ido nunca. ¿Se puede saber quién demonios no ha ido nunca a Madrid?, bueno, yo no he ido jamás a Murcia y nadie me ha crucificado por ello, así que no lo haré yo con ella. Aunque DDDDiiiios, quién no ha ido a Madrid!!!!!! Mi amiga, si que ha ido, já! y gracias a ello, después de patearme toda la ciudad, o bueno, quien dice toda, dice una cuarta parte, cuando la noche cayó sobre nuestros hombros, mis piernas parecían dos bloques de hormigón armado, y se de lo que hablo, porque soy aparejadora y los aparejadores no necesitamos ayuda porque somos fuertes, somos unos vaqueros. No podía casi articular movimiento, por lo que al día siguiente de llegar, porque ese día ya estaba cerrado, pues era domingo y los domingos son para el descanso, decidí pasarme por mi antiguo gym y pagar el mes, porque hay que ser cuicos, y aprovechar las ofertas que muchas veces ignoramos, y así no pagar la matrícula. Hay que tener en cuenta que igual que me tengo que replantear lo de los libros o ebooks, tengo que pensar en aprovecharme de cualquier oferta gimnástica o de lo que sea, vaya. Conclusión, que me visto para ir al gym, con mis zapatillas negras, pantalones negros, camiseta negra, y aunque  eso no importe, al igual que lo otro, sujetador y tanga negros, osea, que voy perfectamente combinada (acabo de escribir combinada con n y v, y la culpa se la echo al catalán, porque mía no es, como siempre) con un color nada llamativo y así pasar desapercibida. Digo lo de desapercibida porque he de confesarles que antes de apuntarme por primera vez, estuve tiempo pensándolo, pero no era capaz porque me daba vergüenza. Quizá la culpa, porque yo no la tengo, sea de uno de mis ex, que cuando él iba al gym, yo le dije que me iba a apuntar a otro, y me lo prohibió. Su argumento, totalmente "lógico", pues cualquiera le llevaba la contraria, y eso que no era tauro, era que en los gimnasios los tíos se dedicaban a mirar a las tías. Cosa, que para qué engañarnos, a veces sucede, pero el quiz de la cuestión es que entonces ¿qué hacía él cuando iba al gimnasio?. Él no lo hacía, porque él era diferente a los demás. ¿Ven? Invadió mi espacio y por eso ahora es mi ex. Eso si, me debió de dejar tarada porque gracias a él, qué digo gracias a el, por su culpa yo tardé en ir a un gimnasio más de un año después de mi operación de ligamento cruzado anterior que me rompí jugando con la selección brasileña de fútbol. No, en realidad me lo rompí saltando el caballete en 3º de BUP, pero podría haber sido jugando al fútbol porque se me da muy bien hacer caños, quizá sea lo único, o no, porque un día paré un gol con mi careto. De ahí que quizá esa sea la causa de mi tabique desviado. Lo se, soy un cuadro, y porque no les cuento más, que si no sería Van Gohg en lugar de un cuadro suyo. Ya una vez superada esa vergüenza, voy al gym, directa a la elíptica que será lo único que sea agradecido por mi rodilla. Bueno, hay unas clases de cardio tono, a la que he ido una vez. Me encantó, pero pobre de mi, después de no ejercitar ningún músculo de cintura para arriba desde mi lesión futbolística, al día siguiente me quedé clavada justo de camino al gym, y una dorsalgia me visitó. Así que no he vuelto desde entonces, pero pienso retomarlo, porque dentro de poco mis brazos acabaran rozando el suelo, y no es plan, aunque no tenga ningún tatuaje ahí. Ya me encargué de hacérmelos en lugares que no sufrirán  el paso del tiempo. Así que mientras tanto disfruto de la elíptica al ritmo de la música que llevo en el iphone. Y claro, como es lo único que hago, que he de decir que me lo paso teta, me tiro una horita o más dándole caña y como todo Iphone que se precie ha de tener el whatsapp instalado, alguna vez cometo la insensatez de responder mensajes que me llegan. Digo insensatez porque coño, si conduciendo está prohibido también debería estarlo sobre una especie de bici sin sillín donde el equilibrio es fundamental y es mejor no tentar a la suerte para no caer de bruces contra el suelo. Esto lo cuento porque alguna vez, sin hacer nada, he estado a punto, aunque también es porque no me agarro a ninguna parte, como debería de ser, porque yo soy una valiente!!!! La horita se me pasa rápido porque normalmente siempre viene alguna visita de alguna amiga o de algún amigo, con derecho al colchón de Ikea o no. Así que sin más, cuando termino la faena, y salgo con dos orejas y un rabo, me dispongo a salir del gym rumbo a mi casa para pegarme una ducha deliciosa.


No me gusta ducharme en el gimnasio normalmente, porque la presión del agua es literalmente una mierda, y no disfruto de la "alcachofa" que tengo en casa. Además, qué necesidad tengo de ducharme y volverme a poner la misma ropa con la que he llegado para después llegar a casa y quitármela. Menudo coñazo, hay que ser más prácticos, y si tardo 5 minutos en llegar a casa no hay necesidad de luchar por una ducha ni salir sudando del vestuario porque la humedad que hay ahí dentro y la falta de aire acondicionado hacen que cualquier cuerpo en su sano juicio reaccione exudando. Así que llego a mi casa, y como todo buen fumador que se precie, me echo un piti entre pecho y espalda por lo bien que lo he hecho, a lo hecho, pecho! (arriba Noemí. Un minuto de silencio porque Ales está mosqueado por ponerle los cuernos en Brasil con un tipo que quitaría el hipo a cualquiera de nosotras. A ese le invitaba yo a usar mi colchón de Ikea todos los días. Alto, guapo, cuerpazo, amable, cariñoso, vamos, un partidazo. Eso si, si tuviera los ojos como el que tiene derecho al colchón, ya sería la hostia!!) Una vez dentro de la ducha, porque lo mío es ducha, no bañera, que ya he dicho que 50 metros cuadrados no dan para mucho, decido ir en contra de mi celulitis poniendo el agua lo más caliente que aguante mi tersa, morena y maravillosa piel. Cuando termino, no veo nada y ahí agradezco, como cuando tengo que limpiar, que lo máximo a lo que he podido aspirar es a un piso de este tamaño, para tener un baño lo suficientemente pequeño como para no perderme en Londres. Cuando salgo del cuarto, no puedo mirarme al espejo así que hago como en los baños públicos, hago el trámite necesario y salgo inmediatamente. Muchas veces me dicen que es imposible que ni siquiera me haya bajado los pantalones, pero les juro que si lo hago. No tengo pene, y doy fe y espero que otras personas puedan darlo también. 


Como tengo la cocina justamente en frente del baño, voy directamente a preparar la cena. Ahí ya depende del día, no siempre es igual. Algunos preparo cena para uno, a veces para dos. Todo depende de si el que tiene derecho al colchón de Ikea venga o no. Y como se supone que fue Dios el que nos regaló el libre albedrío, y yo no soy quién para restar, yo encantada de recibir la visita cuando le vaya bien, bueno, y a mi, claro, porque aquí una aunque esté en paro, tiene vida, y amigos con los que hacer otras cosas. Vale, reconozco que si me dieran a elegir usaría unas esposas y lo ataría a la cama. Me explico, quiero decir, lo de las esposas, el por qué tengo esposas. Para variar no tengo la culpa de que semejante objeto esté en mi posesión. Juro que no son de ningún policía que haya probado mi cama, no. Resulta que en una visita de un primo mío y una prima, éstos fueron a un sex shop y mi primo se las compró. Pero claro, con la emoción del tío que se benefició en mi colchón de Ikea (bendito colchón, y bien aprovechado!!), acabó olvidándoselas en mi casa. Así que me las encontré, y ahí están en el mismo sitio donde las dejó, porque como saben mi piso es pequeño y no me da por ir cambiando las cosas de lugar, ni los muebles ni nada. Si vienes hoy a mi casa y regresas dentro de unos años es más que probable que la misma vela siga en el mismo sitio. Una vez aclarado esto, toca aclarar que no lo esposaría a la cama por siempre, sólo a ratos, que yo respeto el libre albedrío . .... hay tiempo para todo y para todos!!!! En fin, contaré la cena de dos porque si fuera para mi sola, sería como en la comida. Así que directamente en la cocina a cortar cebolla (porque ya fui al supermercado a por papel higiénico, y cargué con ellas), ajito, tomates (también lo compré), queso de cabra, abrir una lata de atún en aceite de oliva (también tengo) y como todo el monte es orégano y yo lo hecho hasta en la sopa, un poquito de orégano para dar más sabor. Un chorrito de aceite de oliva y vinagre de balsámico y ya tenemos una ensalada famosa también en todo el mundo, porque mi ensalada mata!!!!  Como el de los ojos azules se preocupa por su cuerpo serrano, optamos siempre por las proteínas, así que si me lío la manta a la cabeza hago  pollo en salsa que no es receta de la abuela ni de mi mami, sino de la Nu, que a mi y espero que a él, me encanta Y si no me lío la manta, pues unos filetes de lomo, o pavo o pechugas de pollo a la casi plancha. Lo de casi es porque me gusta ponerle aunque sea un fisquito de aceite. Paso de requemar la sartén, o la plancha, que luego es un rollo rascar!


Así que sin más cuando llega el invitado nos lo zampamos con esos panecillos integrales Ortiz que tan ricos están y que también compré cuando fui a por el papel higiénico para una familia numerosa. ¿Y ahora qué? pues ahora como estamos llenos, nos fumamos el piti ese que tan rico sabe después de una comida tan deliciosa como la que preparé. Porque, vale, una respeta el libre albedrío, pero desde pequeña nos enseñaron que al hombre se le conquista por el estómago, y yo por si acaso, no tiento a la suerte y asumo con determinación esa norma. Claro que, también nos enseñaron con tanto Walt Disney que los príncipes azules existían y lo único azul que yo veo son sus ojos. Una vez aparcado el cenicero, por unos minutos, claro está, porque lo dejamos bien cerquita, enciendo el reproductor multimedia que un día de estos va a decir basta!!!!!! de la caña que le estoy metiendo y pongo una serie. Si, ahora mismo estoy enganchada a Fringe, que se la recomiendo a todos. El Dr. Bishop es la persona más auténtica que he conocido, en la ficción, por supuesto, y si no fuera porque tiene un hijo, lo adoptaría, No quisiera ser yo la causante de una ruptura familiar. Así que si tienen tiempo, si están en paro, es una buena opción de entretenimiento. Hay tres temporadas y media en español, y desde series yonkis se puede descargar sin problema alguno. Megaupload no era el único servidor del mundo, y a los piratillas como yo nos han dejado otras puertas abiertas para continuar optando a entrar en la cárcel por delictivos. Dependiendo de lo emocionante que esté el capítulo, o el partido de fútbol que en alguna ocasión hay que ver y dejar a un lado la serie, pues si se tercian otras actividades no lucrativas, se aprovechan. Qué digo no lucrativas, lo son porque producir provecho produce. El sofá también es de Ikea así que no hace falta utilizar siempre el colchón. Qué suerte tener todo de Ikea oye. Lástima que la lavadora sea de Mediamarkt. Así que entre pitis, capítulos y actividades ahora si lucrativas se desarrolla el resto de noche. Con esto, mi mano no se va involuntariamente hacia el ratón para fisgonear el facebook, ya si eso cojo el iphone y le echo un vistacillo rápido por si tengo algún reclamo. Aunque para reclamos los del whatsapp, que reconozco que cuando estoy en el sofá tan ricamente me cuesta horrores estirar la mano, o incorporarme para cogerlo y ver el mensaje. Alguna vez que estoy bien colocada, lo hago, pero si no, no me mueve ni el brasileño de Gran Hermano. Me quedo pegada al de los ojos azules, y disfruto del momento, que ese es mi libre albedrío. Ya a altas horas de la noche hay que acostarse en el colchón, siiiii, en el colchón de Ikea!!! bbbien! ... y como habíamos dicho antes, hay que intentar poner en marcha las cualidades que ya conocemos. Primero: ser bueno en la cama . Así que, nada de invadir el espacio del otro, y nada de roncar. Pero claro, no todo el mundo NO ronca, y él ronca. Opción 1: ponte unos tapones. Opción 2: no dejes que vuelva a tu colchón de Ikea. Opción 3: aguanta sus ronquidos. Yo ni me pongo tapones, ni veto su entrada, ergo, blanco y en botella. Pero yo si que cumplo con esas cualidades. Segundo: ser encantadora, así que no se me ocurre restar, intento sumar respetando sus decisiones, su espacio y sus necesidades. Como mujer que soy, porque mi celulitis da fe, cualquier relación que inicio del tipo que sea, amistad o no, es seria sin necesidad de poner títulos, y respeto al prójimo como me gustaría que me respetaran a mi. ¿Mujer tapete? Quizá.

La vida en paro





Debería comenzar por el principio, es decir, por el día que mi empresa decidió no optar con mi maravillosa presencia en medio de un ERE. Y digo mi maravillosa presencia, porque así lo era, o al menos, eso me hacían creer. Pero no, no comenzaré por ahí porque hemos quedado en que no hay que mirar atrás, a menos que sea para echarnos unas risas. Qué demonios, pues echémonos unas a cuenta de ese momento diciendo que cuando fui informada de lo que me esperaba, entrar en la mayor empresa de este país, yo estaba con el coche de empresa dirigiéndome a pasar unos días fuera de Barcelona. ¿no te causa risa?, pues a mi si, porque encima lo celebré en mi destino. Y ahora si, presente, presente, mi vida en paro. Me despierto en mi pisito frente al mar, con una carretera nacional justo en medio, por la que de vez en cuando pasan algunas Harley Davison que parecen tuneadas para sacarme de esa nube en la que quizá me encuentre cuando me dispongo a disfrutar de mi desayuno con unas vistas maravillosas. Ya abajo, con los pies en la tierra, me fumo un piti y pienso, oh qué bien, no tengo que madrugar para ir a trabajar aunque en realidad me haya despertado a las 8 a.m porque algo en alguna parte de mi materia gris ha decidido que no debo disfrutar de esa cama tan cómoda que dice todo el mundo que tengo. Si, es cierto, todo el mundo que la ha probado, aunque suene fatal, lo ha dicho. El colchón es de Ikea, vamos, que no es que sea una maravilla, aunque quizá al ser de látex gane unos puntos. Así que si no se quieren gastar mucho y dormir cómodos ya saben que Ikea es una opción. Eso si, no garantiza que el que pruebe la cama quiera quedarse por siempre jamás en ella. No quiero engañar a nadie, el colchón de Ikea promete un gran bienestar pero no significa que el que lo pruebe quiera repetir. Para eso se necesitan otra serie de cualidades como primero, ser bueno en la cama, entiéndase bueno, como no molestar invadiendo el espacio del otro y no roncar, aunque con unos buenos tapones en los oídos eso puede ser obviado. A menos que estés enamorado hasta las trancas y  los ronquidos de esa persona te suenen a música celestial. Segundo, ser encantador, me explico, hay que sumar, no restar. Si quieres que ese colchón de Ikea sea ese lugar maravilloso y deseado por la otra persona no podrás ser una lapa, aunque éstas sean difíciles de coger en el mar, no es lo más aconsejable para una relación sana. Está bien compartir el colchón, el sofá, el baño, pero el cepillo de dientes no!!. El cepillo de dientes es personal, e intransferible, hay que respetar el cepillo de dientes de cada uno, vamos, que para los que no lo hayan entendido aparte de ese objeto con el que nos aseamos los dientes, cosa que hago después del piti mañanero, hay que respetar la vida de cada uno. Todos necesitamos la libertad para hacer lo que nos plazca en cada momento, que si quieres ir a probar el colchón de Merkamueble del vecino o vecina de arriba porque escuchas sus noches de pasión y te mueres de la envidia, pues vete!!!! Para los entendidos, que una relación "amorosa" es como una relación de amistad salvo por la intimidad. Que lo importante es el respeto. ¿A que si un amigo te dice que no le apetece quedar contigo porque en ese momento está disfrutando de una película en su casa tan ricamente, o que le ha llamado otra persona y tiene cosas que hacer y no puede verte, no pasa nada? No entramos en cólera, ni pensamos que ese amigo ya no nos tiene en consideración porque simplemente respetamos su decisión, su espacio y sus necesidades. Ya vendrá otro día, y le diré que se haga el café solita, que yo estoy tirada en el sofá !!!!!! Total, es nuestro  amigo, y lo seguirá siendo, mientras no nos de plantón día tras día durante un mes, claro. Ahí ya por favor, no le dejes ni tu colchón de Ikea, que se compre uno y se lo lleve a su casa! Entonces, si con un amigo actuamos de esa forma tan racional, ¿por qué hay gente que cuando comienza una relación con alguien del sexo opuesto, o no, se cree con el derecho de limitar y restar la vida del otro? Si existe más cosas que perdemos de las que ganamos automáticamente aparece una luz roja parpadeando alertándonos de la pérdida de libertad en lugar de tener una gran expectativa de todo lo positivo que podría llegar, y con esto sólo cabe esperar una cosa, salir por patas y huir. Así que por favor señoras y señores respeten la vida del prójimo como les gustaría que respetaran la suya, porque si tengo ganas de comer, no tengo por qué dejarlo de hacer. Eso no hará que no quiera comer de vez en cuando contigo, unas veces lo haré contigo, y otras no, porque me apetece hacerlo sola. Pero no dejaré de comer, porque es mi necesidad, así que deja de llamarme gorda para que no lo haga porque así no vas a conseguir nada.

Una vez aclarado este punto que no se a cuento de qué ha venido, me dispongo a encender la tele y nooooo, Ana Rosa Quintana!!!! Espera que me pongo a recoger un poco la casa. Un poco, porque claro, un piso de  50 metros cuadrados no da para matarse recogiendo ni limpiando, a no ser que haya llegado la noche anterior la compañía del colchón de Ikea y se haya quedado la casa un poco patas arriba, aunque claro, sólo será el salón y la cocina que con 15 minutos ya lo tienes todo solucionado.Una vez hechas las tareas del hogar llega el momento de ocio, ¿qué puedo hacer? ah si, que se me ha olvidado comprar el papel higiénico y tengo que ir al supermercado. Pues nada si hay que ir se va, porque ir pa ná es tontería. Voy y como no hay cestas, sino carros, y yo voy con la firme convicción de llevarme el paquete de papel higiénico, no lo cojo, el carro, digo. Y ahí estoy yo, recorriéndome el supermercado con un paquete de 24 rollos de papel higiénico (y eso que vivo sola), dos paquetes de latas de atún en aceite de oliva, dos botellas de 2 litros de pepsi light (o coca cola zero en su defecto), tres envases de embutido, una bolsa de tomates,una bolsa de cebollas, porque ya saben lo que dice que crece,  una bolsa de pan integral (les recomiendo los panecillos Ortiz, rico, rico), y dos paquetes de donetes (los de la promoción de 7+2 gratis), todo en mis musculosos brazos intentando ser mujer y no morir en el intento. Cuando llego a la cola debo de dar pena, porque casi siempre me dejan pasar, claro que es normal porque ahí debo parecer una mujer al borde de un ataque de nervios. Lo de mujer es por decir algo, yo soy una niña en un cuerpo de mujer, o eso creo, porque tengo celulitis. Consigo pagar, con la tarjeta de crédito porque como estoy en paro, mejor lo pago el próximo mes no siento que no llegue a final de este. Y claro, con tanto estrés con la presión de los siguientes clientes es más que probable que me olvide la tarjeta en esos nuevos datáfonos tan modernos donde tenemos que poner el PIN y que los dejan al lado de donde se recoge la compra, por si cuela y te la olvidas y así vuelves a por ella cuando te das cuenta y acabas entrando otra vez a comprar la carne que se te ha olvidado. Una vez, ya en calma, ahora asfixiada de calor en el coche porque ya hace calor señores, y me da miedo bajar la ventanilla por si no vuelve a subir después de haber tenido el coche parado un año, decido ir a comprar tabaco sin aire acondicionado porque con algo hay que matar el tiempo en el sofá cuando no se está acompañado. Y si, ya se que lo que mata es el tabaco, pero oye, conducir con 30 grados en el interior de un coche también mata y nadie me dice nada. Lo único malo de fumar es que como el piti que más se disfruta es aquel después de haber ingerido algún sustancial alimento, muchas veces decido comer unos cuantos donetes, unas papas fritas o un croisant, eso si, con pavo, para disfrutar del placer de ese cigarro. Hola celulitis, encantada de verte, te puedes poner hoy a la izquierda a la altura del culete por ejemplo, y si no, ponte donde quieras que al final todo será homogéneo, o más bien heterogéneo!!!!

Pues nada, como iba diciendo, compro mi tabaco para una semana, porque me puedo quedar sin papel higiénico, pero no sin tabaco , y regreso a mi casa, pero .... noooooo! otra vez, Ana Rosa Quntana!!!!! menos mal que acaba y empieza Mujeres y hombres y viceversa y ahora me echo unas risas. Mujer blanca, soltera busca ... papa frita ( si, también veo gran hermano, si no hay nada o nadie que lo evite. estoy en paro y puedo hacerlo) que le lleve de discoteca en discoteca hasta que los cuerpos serranos que tienen se llenen de celulitis y decidan quedarse algún día en casa para cultivar el cerebro en lugar del cuerpo viendo gran hermano como yo!!!! No hay nada como distraerse con los "problemas" ajenos. Ya, cuando mi cabeza no da para más, y mi lucidez me advierte que a este paso voy a llamar al Club de mujeres y hombres y viceversa, me levanto y me hago la comida. Y digo yo, ¿qué me hago de comer? A ver, veamos, comida para una persona, mierda!, siempre que hago los macarrones con la receta de la abuela ( en este caso con el de mi madre) lo hago para mínimo dos personas, aunque sobre (ya si eso se cena o come al día siguiente), porque el bote de tomate frito no quiero dejarlo a medias, porque si no acabará un mes después en la basura. Así que nada, me hago algo más sencillo, ¿más sencillo? , mayday mayday, tenemos un problema! ... Para ser sincera, poco a poco una se va adaptando y hace las mismas comidas pero con menores cantidades, excepto los macarrones con chorizo de mi madre, conocidos en todo el mundo, pero sólo por eso del brick de tomate, si no, uy si no.....Ahora ya sólo me queda coger los cuernos por el toro, o mejor el toro por los cuernos, y hacerme un arroz a lo zamorano, o a lo mi mami con mi toque, es decir con beicon o bacon y chorizo (el chorizo como ven no falta en mi dieta). Pues nada, oye, que me lo hago y me lo como y ahora si que si, voy a hacer algo productivo!!!!!! Voy a leer!!! y no en el facebook, al que ya he echado un ojo, unas cien veces porque tengo el ordenador delante del sofá, y cuando Ana Rosa Quintana se pone pesada mi mano inconscientemente se pasea por el ratón y lee unas cuantas noticias de los colegas con sus fotos maravillosas, y con sus publicaciones angustiados porque hoy es lunes y falta mogo mogollón para el viernes. Ooohh qué pena, eh???? Ahí aprovecho y comento alguna publicación para dar un poco de envidia al personal, aunque la que tiene envidia sea yo porque ellos tengan trabajo. Ya se que le envidia no es sana, pero ¿quién ha dicho que yo lo sea, si fumo y tengo celulitis? Al grano, que ahora llega el momento intelectual de mi día a día, pues cojo un libro y me dispongo a sentarme en una especie de tumbona que me compré hace unos meses para este fin en el balcón de mi piso con vistas al mar y la carretera nacional. Y claro, ¿qué sucede? Empiezo el libro, y cuando entro para dentro, me he cepillado medio libro. Ahora resulta que me gasto casi 80 euros en cuatro libros, porque tengo tiempo de sobra para aprovechar y leer lo que no podía o no apetecía cuando trabajaba. He de reconocer, que si me da la vena de leer, necesito tener un libro para continuar con mi particular hazaña cuando termino otro, por lo que cuando voy a comprar aprovecho y compro todos los que me llamen la atención. La última vez que los compré, que coincidió con la compra de la especie de tumbona, iba cargada con mis cuatro libros esperando que viniera alguien a atenderme para preguntarle por otro, y me crucé con un hombre que me dijo que me gustaba leer (listo el hombre, aunque no sabe que cuando no estoy en paro no lo hago tanto, pero cierto, me gusta, no le quitemos la razón al hombretón), y que así le gustaba porque de algo tenían que vivir los que los vendían. Y ahora me pregunto yo, que de qué voy a vivir yo si me gasto 80 euros en libros estando en paro!! . Si me lo encuentro otra vez, le digo que me paso a los ebooks que me va a salir más rentable. Es una opción que me estoy planteando, Es más, una buena amiga mía me dejó uno que le regalaron en el trabajo (¿ves? tienes trabajo y te lo regalan, estás en paro y te toca soltar la pasta. Es como los famosos, a los que le regalan cosas. Pero coño, que ellos tienen dinero, cóbrales y regálame a mi ese Porsche, ¿no? bueno, si me das a escoger, prefiero un Ferrari) y lo primero que leí pues me lo aconsejó ella misma que lo hiciera, fué algo así como "Por qué a los hombres les gustan las cabronas" ... Nada, no se si fueron 40 páginas, cuestión de una hora entre llamadas de teléfono y otros quehaceres. Pobre de mi, leyendo ese libro, me di cuenta de que era una mujer tapete. La mujer tapete según esto, es la buena, la que dice que si a todo. Vamos, viene a ser algo así como además de puta te pongo la cama, para que me entiendan. y si, la cama con el colchón de Ikea del que tanto presumo. Así que me dispongo a pensar que quizá debería convertirme en la mujer cabrona, pero claro,¿ por qué voy a decir que no cuando quiero decir que si?. Tarea complicada esta. 



To be continued.
Patrocinado por Ikea.

domingo, 13 de mayo de 2012

Paciencia, esperanza o madurez


Después de mucho tiempo (parece que este sea el comienzo de todos mis posts), regreso con la esperanza de día a día dejar este cuaderno lleno de notas, a modo de un cuaderno de vitácora. Tengo un amigo,  que siempre me dice que por qué no escribo sobre mi vida. Él cree que sería buena, por cómo siento las cosas y porque según él mi vida es una auténtica montaña rusa. Ya con 34 años, no se si tiene razón o simplemente a esta edad te han tenido que suceder las cosas necesarias para tener la paciencia suficiente para según qué cosas. No se si será esperanza de que sucedan otras o simplemente madurez conseguida a base de paciencia. Pero lo que si es cierto es que llegados a un punto en el que miras hacia atrás y ves todo lo que te ha sucedido, todo lo que has logrado y en todo lo que has fracasado te planteas que la vida simplemente hay que vivirla mirando hacia adelante, sin pensar en el futuro lejano y sí en el futuro inmediato. Creo que no merece la pena gastar nuestro maravilloso tiempo en regodearnos con aquello que quizá nos esté haciendo sufrir en el presente, porque mañana, mañana seguro que lo vemos un poquito más fácil. Mañana si nos atrevemos a mirar hacia atrás nos daremos cuenta de que aquello a lo que le dábamos tanta importancia, hoy no la tiene y por consiguiente tendremos ante nosotros otra nueva inquietud. Con esto sólo nos queda sacar la misma conclusión: no preocuparnos en exceso por aquello que nos tiene en vilo porque mañana, de verdad, será otro día, y aunque esté nublado el sol siempre estará detrás de las nubes (Clari, este guiño va por ti, que gracias a ti he abierto hoy este cuaderno).

No desperdiciemos nuestra vida añorando o llorando. Hoy debemos creer firmemente que el mañana será tan próspero como nos merecemos.